Relato parcial de viaje a los Esteros del Iberá
Luego de chiquiecientos kilómetros de zangoroteo en una coctelera rodante que saltaba de charco en charco y salpicaba barro con tierra colorada por todos lados en forma tal que impedía la visión del exterior llegamos esperanzados de que el tiempo mejorara a Colonia Pellegrini y coprobamos que allí también había barro.
Sin embaro no había dudas que a pesar del un cielo amenazante el lugar presentaba aspectos interesantes...
Como el mismísimo Rancho Inambú de la muy bien dispuesta anfitriona, Julieta, que presentaba este aspecto:
Y donde al amanecer nos esperaba con una mesa muy bien peripuesta
Sin embargo el cielo no estaba con nosotros. Aqui una vista desde la laguna
Valientemente no nos amilanamos y emprendimos diversas excursiones. Los fotofauneros marplatenses, que sabemos de cielos encapotados, días fríos y de lluvias traicioneras nos subimos a la lancha de Julieta y nuestra buena amiga Débora, fotofaunera de ley y allá nos fuimos, a explorar los estros, internándonos en las profundidades para conocer algunos secretos de los bichos de allá.
En eso andábamos cuando nos encontramos con un chajá en el nido
"Hola, ¿Cómo le va Don Chajá? ¿Falta mucho pa que llegue la cigüeña?" le pregunté.
"Falta menos que antes Don Lito" me contestó.
(Es que hasta allá ha llegao la fama y los bichos me conocieron)
La noche llegó, se puso oscuro y también la cigueña ...
Entoces otro día gris, pero alegre encontró a la familia chajacera contenta y aumentada
Recibieron la vsita de vecinos y conocidos que querian conocer a los nuevos chajacitos, aca los visita un Ciervo de los pantanos que les pregunta si todo anda bien.
"¿Qué escuchan mis oídos? ¡Hay más comida en estos pagos! Carne tiernita, yo me voy pa llá" dijo Don Yacaré, y disimulando metido n´l agua se le iba al humo
"Mirá che Yacaré rotoso que te tengo junao, dejá tranquilos a los chajases que son amigos míos" - Le dije -
"Ta bien" - Contestó mostrando los dientes - "Me voy a morfar a otro lao"
En eso andaba un ipacaá pajaroneando por ahí
"Acá hay un pescaíiito"
" Si y es todito paá mi solito"
"A este me lo morfo con pescao y todo"
"¡Ay mamita querida, comviene rajar de acaá"
Y así, apaciblemente pasaban la horas en la laguna mientras en el Rancho Inambú, aprovechando los momentos en que Julieta no hablaba, algunos se dedicaban a un esforzado deporte
Y parece que estaban muy contentos
Es que uno se había traído un chancho salvaje y lo había metido arriba de las brasas así:
Tiene pinta ¿no?
Fijate como quedó la parrilla más tarde, unos siestita ¡ejem! otros bolufotos... y así quedó la parrilla luego
A la noche, el maestro Cenzano impartía sus conocimientos...
... de timba... ¿O pensabas que todo era foto y foto?
Bueno, dejo acá por no ser pesao, pero no he teminado con el relato, esta hitoria recién comienza.
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